El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha advertido que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están listas para lanzar una respuesta “extremadamente poderosa” en la frontera con Líbano, en un contexto de creciente tensión con el grupo militante Hezbolá.
Durante una visita a Kiryat Shmona, una ciudad israelí cercana a la frontera que ha sido blanco de misiles y drones, Netanyahu subrayó: “Cualquiera que piense que pueden hacernos daño y que nos quedaremos de brazos cruzados está muy equivocado”. Este firme mensaje llega mientras Israel también enfrenta un conflicto activo en Gaza.
El objetivo de esta potencial operación sería Hezbolá, la poderosa organización islamista respaldada por Irán, que ha intensificado sus ataques en los últimos días. En uno de los recientes enfrentamientos, varios israelíes resultaron heridos.
Netanyahu insistió en que la situación en el norte no es sostenible y que se restaurará la seguridad en la región. “Devolveremos a los residentes a sus hogares y les devolveremos la seguridad”, afirmó.
Los ataques de Hezbolá no solo han causado heridos, sino que también han provocado incendios forestales en el norte de Israel, exacerbados por las altas temperaturas. El conflicto, que se intensificó desde octubre tras un ataque de Hamás contra Israel y la subsecuente ofensiva israelí en Gaza, ya ha cobrado numerosas vidas. Según cifras de AFP, al menos 455 personas han muerto en Líbano, en su mayoría combatientes, y 99 civiles han perdido la vida en ambos bandos.
El diario Times of Israel reporta que aproximadamente 60.000 habitantes del norte de Israel han sido desplazados desde octubre debido a estos ataques transfronterizos.
Las declaraciones de Netanyahu coinciden con la espera de una decisión crucial por parte del jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzi Halevi, sobre cómo enfrentar a Hezbolá. Halevi indicó que las fuerzas armadas están “preparadas y listas para pasar a la ofensiva”.
Dentro del gobierno israelí, se debate si esta operación en el norte debe lanzarse de inmediato o después de concluir las acciones en Gaza. Mientras que Netanyahu parece inclinarse por concentrar los esfuerzos en Gaza, enfrenta la presión de otros miembros del gabinete, como el ministro de Seguridad Itamar Ben-Gvir, quien ha pedido una acción contundente contra Hezbolá. Otros, más mesurados, advierten que una guerra con Hezbolá sería un conflicto significativamente más complejo y peligroso.
Por su parte, el jeque Naim Qassem, segundo al mando de Hezbolá, declaró a Al Jazeera que el grupo no busca ampliar el conflicto, pero que cualquier escalada por parte de Israel sería respondida con “devastación”.
La situación sigue siendo tensa y los próximos días serán cruciales para determinar si Israel abrirá un nuevo frente en su ya complicada situación de seguridad regional.
