Nuevas denuncias sobre la administración de Camilo Benavente, alcalde de Chillán, sacuden al municipio con acusaciones de pagos millonarios y duplicidad de funciones de periodistas en el sector público y privado. Funcionarios municipales revelan lo que podría ser una red de operadores políticos financiada con fondos públicos.
Según fuentes internas, periodistas que actualmente trabajan en medios de comunicación estarían prestando servicios dobles y favoreciendo políticamente al alcalde Benavente. Uno de los nombres más mencionados es el de Felipe Ahumada Jegó, periodista de La Discusión, quien también trabaja para la radio del mismo grupo, ambos medios vinculados a la Universidad de Concepción. Ahumada entregó boletas a honorarios a la Municipalidad en 2022 y, tras críticas, fue contratado por la Corporación Municipal Gonzalo Rojas, que preside el mismo Alcalde de Chillán Camilo Benavente, donde su contrato mensual supera los $700.000.
Rodrigo Oses, periodista deportivo de La Discusión, también figura en esta trama. Desde abril de este año, Oses tiene un contrato con el municipio que supera los $1.400.000 mensuales, a pesar de seguir trabajando en el medio. Se le ha visto frecuentemente al lado del alcalde, generando confusión sobre su rol.
Otra contratación polémica es la de Edgard Brizuela Zuleta, periodista con un historial crítico hacia gestiones municipales anteriores. En menos de un año, Brizuela obtuvo un puesto de planta en el Departamento de Educación Municipal con un sueldo superior a $2.260.000 al mes, un ascenso sin precedentes en la Municipalidad de Chillán, donde hay funcionarios con más de 20 años de servicio que siguen a honorarios.
El caso más “escandaloso” es el de José Antonio Acosta Hernández, un periodista que reside en Santiago y que, según las fuentes, nunca se presentó en Chillán. A pesar de esto, recibió pagos mensuales que superaban los $800.000, hasta que controles internos hicieron insostenible su contratación.
La administración de Benavente ya ha sido criticada por la Contraloría debido a la contratación excesiva e injustificada de personal. Entre los cuestionados están familiares directos del alcalde y parientes del senador Urresti, lo que ha aumentado la preocupación y la indignación dentro del municipio.
Todos estos contratos, firmados por el alcalde Camilo Benavente y el suspendido Administrador Municipal, Richard Guzmán, dejan en manto de dudas sobre una gestión plagada de cuestionamientos por irregularidades y posible nepotismo, poniendo en tela de juicio la transparencia y la ética en el gobierno local de Chillán.