Julian Assange, el controvertido fundador de Wikileaks, ha alcanzado un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que le permitirá regresar a su Australia natal tras cinco años en una prisión británica. Assange, de 52 años, se ha declarado culpable de un cargo de violación de la ley de espionaje por su rol en la obtención y publicación de documentos clasificados en 2010. Con este acuerdo, su sentencia se considera cumplida con el tiempo que ha pasado en la cárcel en el Reino Unido.
El acuerdo, que se espera sea ratificado este miércoles, pone fin a un prolongado y complejo proceso legal. Wikileaks anunció la noticia en un tuit que decía: “Julian Assange está libre”. Su esposa, Stella Assange, expresó su gratitud en la plataforma X (anteriormente Twitter), agradeciendo a los seguidores por su apoyo continuo. Un video adjunto mostraba a Assange firmando los documentos del acuerdo, viajando al aeropuerto de Stansted y abordando un vuelo hacia Australia, acompañado por el alto comisionado australiano en el Reino Unido, Stephen Smith.
El cargo de espionaje por el que Assange se declara culpable conlleva una pena máxima de 10 años, pero su sentencia será de cinco años, ya cumplidos durante su encarcelamiento en la prisión de alta seguridad de Belmarsh. Antes del acuerdo, Assange enfrentaba 17 cargos adicionales por violación de la ley de espionaje y uno por intromisión en un ordenador, con una pena máxima combinada de 170 años de prisión.
El tribunal de las Islas Marianas del Norte, donde se presentó el caso, confirmó que Assange conspiró para obtener y diseminar documentos relacionados con la defensa nacional de Estados Unidos. Según documentos judiciales, Assange comparecerá ante la jueza Ramona Manglona para finalizar el acuerdo y se prevé su liberación inmediata.
La prolongada batalla legal de Assange comenzó en 2012 cuando se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres para evitar su extradición a Suecia por cargos de violación, los cuales fueron posteriormente retirados. Fue arrestado en 2019 después de que Ecuador le retirara el asilo y ha pasado los últimos cinco años en Belmarsh, luchando contra la extradición a Estados Unidos.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha sido un firme defensor de la liberación de Assange, argumentando que su continuo encarcelamiento no tiene justificación. Su apoyo fue crucial para impulsar una campaña internacional a favor de la libertad de Assange y la libertad de prensa.
Assange fue acusado inicialmente en 2019 por ayudar a la analista de inteligencia Chelsea Manning a robar y publicar documentos clasificados. Aunque el presidente Obama conmutó la sentencia de Manning en 2017, el Gobierno de Trump intensificó los esfuerzos para extraditar a Assange. Su acusación generó controversia entre los defensores de la libertad de prensa, quienes argumentaron que sus acciones eran comparables a las de cualquier periodista que publica información clasificada de interés público.
El presidente Joe Biden reconoció en abril pasado que su administración estaba considerando poner fin al proceso legal contra Assange, una decisión que parece haber culminado en el reciente acuerdo. Wikileaks atribuye el resultado a una campaña global que incluyó a defensores de la libertad de prensa, legisladores y líderes políticos.
El acuerdo con Estados Unidos marca el fin de una era para Julian Assange, quien, tras años de controversia y lucha, finalmente puede regresar a su hogar en Australia.
