La exploración espacial comercial ha alcanzado un nuevo hito: Virgin Galactic ha llevado a cabo su segundo vuelo suborbital exitoso, transportando a cuatro turistas al borde del espacio. Este emocionante viaje de 20 minutos no solo representa un avance en la democratización del espacio, sino que también promete un futuro donde cualquiera podría convertirse en astronauta.
A bordo de la nave VSS Unity, los afortunados pasajeros fueron Tuva Cihangir Atasever, astronauta de la Agencia Espacial Turca (TUA) y especialista en misiones de respaldo de Axiom Mission 3 (Ax-3); Anand ‘Andy’ Harish Sadhwani, ingeniero principal de propulsión en SpaceX; el piloto Irving Izchak Pergament; y el italiano Giorgio Manenti, asesor de inversión en hoteles y complejos turísticos.
Este viaje marca el último vuelo de la nave VSS Unity de Virgin Galactic, ya que la compañía está enfocada en producir sus naves de cuarta generación, que se espera entren en servicio comercial en 2026. Por tanto, las operaciones se pausarán durante algunos años para la transición a estas nuevas naves.
Detalles del Vuelo Virgin Galactic 07
La misión Galactic 07 despegó el sábado desde Spaceport America, en Nuevo México, llevando a sus pasajeros a una altitud impresionante de aproximadamente 55 millas (88,51 kilómetros). Este vuelo, que duró poco más de una hora, ofreció a los pasajeros la oportunidad única de experimentar la ingravidez. Durante esos momentos mágicos, los turistas se desabrocharon los cinturones y flotaron libremente en la cabina, una escena transmitida en directo que capturó la maravilla y la emoción de estar en el espacio.
La empresa, fundada por el visionario millonario Richard Branson, confirmó el regreso seguro de la misión. “Galactic 07 está de regreso en tierra, ahora con astronautas. Nuestros pilotos, pasajeros y nave han aterrizado de manera segura en Spaceport America, Nuevo México”, comunicó Virgin Galactic en la red social X, minutos después del aterrizaje.
Innovadores Experimentos en el Espacio
El astronauta turco Atasever llevó a cabo tres experimentos durante el vuelo. Uno de ellos implicó un casco personalizado con sensores para monitorear la actividad cerebral, con el fin de recopilar datos fisiológicos relacionados con los vuelos espaciales tripulados. Además, utilizó un dosímetro y dos plumas de insulina disponibles comercialmente para examinar la precisión de la administración de insulina en microgravedad. Complementando estos experimentos, cuatro investigaciones adicionales fueron realizadas por investigadores turcos desde la Tierra para entender mejor los cambios fisiológicos que ocurren durante los vuelos espaciales suborbitales.
