La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, sufrió un violento ataque en plena calle este viernes en la céntrica plaza de Kultorvet, en Copenhague. El incidente ha generado conmoción nacional e internacional, mientras la Policía ya ha detenido al agresor y ha iniciado una investigación exhaustiva sobre el incidente.
El ataque se produjo mientras Frederiksen se encontraba en la plaza por motivos personales, tras haber participado en varios eventos de campaña junto a la candidata socialdemócrata para las elecciones europeas, Christel Schaldemose. La Policía de Copenhague, aunque ha confirmado la detención del atacante, no ha revelado aún detalles sobre el estado de la primera ministra ni sobre los motivos del agresor.
Este incidente ha desatado una ola de condenas tanto en Dinamarca como en el resto de Europa, justo en la antesala de las cruciales elecciones europeas que se celebrarán el domingo. El Partido Socialdemócrata de Frederiksen, que aspira a una victoria, ha encontrado en este ataque un motivo de unidad y solidaridad frente a la violencia.
REACCIONES NACIONALES E INTERNACIONALES
Magnus Heunicke, ministro de Medio Ambiente, expresó su consternación en redes sociales: “Mette naturalmente está sorprendida por el ataque. Nos sacude a todos los que estamos cerca de ella. Algo así no debe suceder en nuestro hermoso, seguro y libre país”.
El ministro de Finanzas, Nicolai Wammen, calificó el ataque como “terrible” y “profundamente grave y reprobable”, enviando “pensamientos cálidos para Mette y su familia”. Por su parte, el ministro de Cultura, Jakob Engel-Schmidt, destacó que “cualquier ataque a un político electo es un ataque a toda la democracia”. Troels Lund Poulsen, viceprimer ministro, enfatizó que “Dinamarca no es así”.
Inger Stojberg, líder de los Demócratas de Dinamarca, subrayó la fragilidad de la democracia y condenó enérgicamente el uso de la violencia en la política.
A nivel internacional, las reacciones no se hicieron esperar. Petteri Orpo, primer ministro finlandés, se mostró “profundamente conmocionado” y condenó “cualquier forma de violencia contra líderes elegidos democráticamente”. Ulf Kristersson, primer ministro sueco, declaró que “un ataque a un líder elegido democráticamente es también un ataque a nuestra democracia”.
Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, calificó la noticia como “espantosa” y reafirmó que “la violencia no tiene cabida en la política”. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, condenó el acto como “despreciable” y contrario a los valores europeos.
Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, expresó su indignación y solidaridad con Frederiksen, al igual que otros líderes europeos como Pedro Sánchez, Petr Fiala, Karl Nehammer, Kyriakos Mitsotakis, Evika Silina, Giorgia Meloni y Mark Rutte, quienes extendieron sus mensajes de apoyo y deseos de pronta recuperación a la primera ministra danesa.
El ataque a Mette Frederiksen ha sacudido no solo a Dinamarca sino a toda Europa, evidenciando la importancia de proteger a los líderes democráticamente elegidos y reforzar los valores de tolerancia y paz en la política.