El ex presidente argentino, Alberto Fernández, ha entrado en la disputa diplomática entre los Gobiernos de Argentina y España, lanzando críticas hacia su sucesor, Javier Milei, y entablando un enfrentamiento verbal con la actual ministra de Seguridad de su país, Patricia Bullrich. Este conflicto diplomático se desencadenó a raíz de las acusaciones vertidas por el ministro español de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, durante un evento del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el que señaló al líder ultraderechista por su presunta vinculación con el consumo de sustancias.
Fernández utilizó su plataforma en la red social X para emitir sus primeras críticas el 4 de mayo, lamentando la reacción del Gobierno argentino ante los comentarios del ministro español. Posteriormente, elogió al presidente del Gobierno de España, defendiéndolo de lo que describió como una “campaña vergonzosa de difamación” promovida por la derecha española, con la colaboración de ciertos medios y la supuesta complicidad judicial, en relación con acusaciones de corrupción dirigidas contra la esposa del mandatario europeo, Begoña Gómez.
En un tono enérgico, Fernández recordó al presidente argentino que, a pesar de cualquier molestia, no debería ofenderse tanto, citando versos del poeta español Antonio Machado: “Nunca es triste la verdad… lo que no tiene es remedio”. Con esta intervención, el ex mandatario busca influir en la postura argentina frente a la controversia internacional, abogando por una perspectiva más conciliadora y menos propensa a la confrontación.