Una atmósfera de tensión y desazón envuelve las instalaciones de Cecinas Chillán, donde más de 40 trabajadores levantan su voz contra la empresa, acusándola de incumplimiento de pago de salarios y despidos arbitrarios.
Desde el inicio de la jornada laboral, estos empleados se han mantenido en las instalaciones, incapaces de realizar sus labores habituales debido a la falta de claridad y respuesta por parte de la dirección de la compañía.
Los afectados aseguran que la empresa no solo ha dejado de abonar sus sueldos, sino que también ha omitido el pago de servicios básicos como la energía eléctrica de la fábrica, sumiendo a los trabajadores en una situación de precariedad económica.
El malestar ha alcanzado su punto álgido, con los empleados manifestando su frustración ante lo que perciben como una disparidad en el trato entre el personal de oficina y el de producción.
Además, se informa que el gerente, Juan Luis Yanine, despidió a un empleado de manera autoritaria luego de que este cuestionara la inactividad laboral.
A pesar de los reiterados llamados de los trabajadores, la empresa ha optado por el silencio, negándose a realizar declaraciones al respecto y evitando abordar el tema con los medios de comunicación.