La Policía belga logró neutralizar al presunto atacante que, en la noche anterior, segó la vida de dos hinchas suecos que se dirigían a presenciar un partido de fútbol entre Bélgica y Suecia.
El fatídico incidente se desarrolló en un café ubicado en el barrio Schaerbeek de la capital belga. Según informaron las autoridades, el sospechoso, identificado como Abdesalem L., falleció en camino al hospital.
Arma del crimen vinculada: En una declaración oficial, la ministra del Interior belga, Annelis Verlinden, reveló que el rifle automático encontrado junto al individuo abatido fue confirmado como el arma utilizada en los mortales tiroteos. “El arma encontrada en la escena del crimen coincide con la del atacante”, afirmó Verlinden.
Búsqueda de cómplices: En tanto, las fuerzas del orden se encuentran actualmente en la búsqueda activa de otros dos sospechosos relacionados con el incidente.
Persecución en las redes sociales: En un giro inquietante, las redes sociales se llenaron de videos que aparentemente mostraban al sospechoso circulando con total impunidad en un escúter por la ciudad, sosteniendo un arma en su mano antes de ser finalmente capturado.
El individuo en cuestión, un ciudadano tunecino de 45 años que residía indocumentado en la capital belga, se dio a la fuga tras perpetrar el ataque. En un perturbador video compartido en redes sociales, el atacante, hablando en árabe, se adjudicó la responsabilidad de las muertes y afirmó haber matado a “tres infieles”. Asimismo, en el mismo mensaje, hizo referencia a la nacionalidad sueca de las víctimas como una posible motivación para su accionar.
Reclamo terrorista: En este video, el agresor afirmó ser miembro del grupo terrorista Estado Islámico (EI)*. Abandonó un arma de fuego en el suelo junto a una caja, lo que sugiere que podría haber tenido la intención de usar un arma más grande, antes de emprender la huida del lugar.
Partido suspendido: Las víctimas vestían camisetas de la selección nacional sueca y se dirigían al partido de clasificación para la Eurocopa 2024 entre Bélgica y Suecia (Grupo F).
Como resultado del ataque, se implementaron medidas de seguridad adicionales en el estadio Rey Balduino, donde se llevaba a cabo el partido de fútbol. El marcador estaba igualado 1-1 al término del primer tiempo cuando se tomó la decisión de suspender el encuentro. Los aficionados fueron instruidos a permanecer en el estadio Rey Balduino “hasta que las autoridades garanticen su seguridad”.