Se ha estrenado ya la sexta temporada de Black Mirror en Streamberry. Es una de nuestras series favoritas por lo distópico y tecnológico, que añadide de este modo cinco nuevos episodios a su historial, sumando ya 27 en total. (En esta mini-reseña no hay spoilers, así que puedes leer con tranquilidad.)
La sexta temporada empieza muy fuerte con dos episodios realmente impactantes, especialmente el primero: Joan es terrible que tienen vueltas y vueltas de tuerca. Excepto por el primer episodio (y un poco del tercero, Beyond the Sea, donde dos astronautas son los protagonistas) la serie utiliza una estética ochentera y de principios de los 2000 que descoloca un poco respecto a otras temporadas. ¿No se suponía que esto era «el futuro cercano»? En alguna incluso mencionan en el resumen el concepto «historia alternativa».
El caso es que alguno de los episodios parece más una historia de terror o de En los límites de la realidad que algo futurista, pero aun así con buen resultado. Hay innumerables detallitos y guiños tanto a la fantasía y ciencia-ficción clásicas como a otros episodios de la propia serie, así que los fans quedarán satisfechos.
Con una duración alrededor de los 60 minutos por episodio, tumbarse en el sofá con palomitas y darle al play durante toda tarde, en plan maratón es probablemente la más entretenida forma de disfrutarla este fin de semana.
