Las luces rojas destellan en Las Condes, no solo en las intersecciones viales, sino también en los escritorios de la fiscalía, donde se investigan presuntas irregularidades que involucran a una empresa encargada del mantenimiento de semáforos en la comuna. Este caso arroja sombras sobre posibles conflictos de interés con funcionarios municipales, obstáculos para competidores y la sospechosa posición dominante de la compañía en cuestión.
Las Condes, conocida por ser una de las comunas más prósperas de Chile, cuenta con una amplia red de semáforos, incluyendo innovaciones como los semáforos “anti despistados”, diseñados para peatones absortos en sus teléfonos móviles. Sin embargo, tras el brillo superficial, surgen acusaciones de corrupción que ahora investiga la fiscalía.
El meollo del asunto radica en las acusaciones presentadas por la empresa Bramal, actual responsable del mantenimiento de semáforos en Las Condes. Alegan la existencia de conflictos de interés entre la empresa y ciertos funcionarios municipales, así como la persistencia de cierto control económico por parte de la anterior empresa controladora, Auter, a pesar de haber perdido la licitación.
Estas denuncias no carecen de fundamentos. Las alcaldesas de Las Condes y Providencia alertaron previamente sobre posibles monopolios en el sector y la escasa presencia de competidores. Según Bramal, el 77,2% de los controladores de la región metropolitana son de Auter, lo que sugiere una posición de dominio.
El conflicto se intensifica con acusaciones de bloqueos en los semáforos, supuestamente impuestos por Auter, que dificultan las operaciones de Bramal. Además, se discute una multa impuesta a Bramal por retrasos en la implementación del sistema de monitoreo, que la empresa atribuye a los obstáculos mencionados.
Las disputas técnicas también arrojan sombras sobre posibles conflictos de interés en la Municipalidad de Las Condes. La investigación incluye a ex empleados de Auter que ahora ocupan cargos clave en la supervisión del contrato adjudicado a Bramal. Estas conexiones plantean preguntas sobre imparcialidad y transparencia en el proceso.
La trama se complica aún más con denuncias de irregularidades en la finalización del contrato anterior con Auter y rumores de pagos indebidos. Estos desarrollos han llevado el caso desde instancias municipales y de competencia hasta una investigación penal en el 4to Juzgado de Garantía de Santiago.
La fiscalía y la Fiscalía Nacional Económica están en el centro de esta compleja red de acusaciones y contracusaciones. Las declaraciones y testimonios se acumulan, revelando un panorama donde la corrupción y los conflictos de interés amenazan la integridad del sistema de semaforización en Las Condes.
En medio de estas revelaciones, queda claro que la luz roja que brilla sobre Las Condes no se limita a las intersecciones viales, sino que ilumina una red de presunta corrupción que requiere una investigación exhaustiva y, de ser necesario, medidas correctivas contundentes.