El centro de lanzamientos espaciales de Wenchang zumba con actividad frenética mientras los preparativos para la esperada misión china Chang’e 6 están en pleno apogeo. Programado para despegar a bordo de un imponente cohete Long March 5, este hito en la exploración lunar está a punto de desvelar los misterios ocultos en el lado menos conocido de nuestro satélite natural. La ventana de lanzamiento está programada para abrirse entre las 11:17 y las 12:18, hora peninsular española (UTC +2), del próximo 3 de mayo de 2024, una experiencia que podrá ser seguida por el mundo entero a través de Internet.
El objetivo de la misión es audaz: aterrizar en la Cuenca Aitken, hogar de los materiales más antiguos que se sabe existen en la superficie lunar. Aunque el borde de esta cuenca es visible desde la Tierra en ciertos momentos, gracias a la libración lunar, su interior permanece en el misterio. Chang’e 6, si tiene éxito, nos ofrecerá por primera vez una mirada directa a estos enigmas.
Se espera que la cápsula de muestras regrese a la Tierra alrededor del 25 de junio, portando consigo valiosas muestras del lado oculto de la Luna, una hazaña sin precedentes en la historia de la exploración espacial.
La misión aprovecha el hardware de reserva de la exitosa misión Chang’e 5, que en diciembre de 2020 logró traer de vuelta una muestra de 1.731 gramos de la cara visible de la Luna. Sin embargo, Chang’e 6 no está sola en esta empresa. Además de los equipos necesarios para su tarea principal, lleva instrumentos aportados por otros países, como el instrumento francés DORN (Detection of Outgassing Radon) para estudiar las emisiones de radón, el instrumento italiano INRRI (INstrument for landing-Roving laser Retroreflector Investigations) para detectar a distancia el módulo de aterrizaje mediante láser, el instrumento sueco NILS (Negative Ions on Lunar Surface) para medir los iones negativos en la superficie lunar, y el orbitador pakistaní ICUBE-Q, equipado con dos cámaras ópticas para obtener imágenes de alta resolución de la superficie lunar.
Desde el lanzamiento de Chang’e 1 en 2007 hasta el aterrizaje de Chang’e 4 en el lado oculto de la Luna en 2019, cada misión lunar china ha llevado el nombre de la diosa china de la Luna, Chang’e, honrando así la rica tradición cultural del país y su incansable búsqueda de conocimiento en el vasto universo.