En una sesión parlamentaria que evidenció profundas divergencias, el proyecto destinado a controlar la proliferación de perros asilvestrados en el país fue rechazado por una amplia mayoría en la Cámara de Diputados.
La propuesta, que buscaba catalogar a los perros asilvestrados como especies exóticas invasoras y establecer medidas de control bajo la supervisión de la autoridad sanitaria, se enfrentó a una abrumadora oposición durante la votación.
Con apenas 19 votos a favor, frente a 99 en contra y 21 abstenciones, el proyecto fue archivado, con la prohibición expresa de presentar una iniciativa similar hasta transcurrido un año.
De acuerdo con la información difundida en el sitio web oficial de la Cámara de Diputados, la normativa definía a los perros asilvestrados como aquellos que habían retornado o nacido en estado salvaje, viviendo sin la supervisión directa de seres humanos. Se resaltaba su comportamiento agresivo, que incluía ataques tanto a animales domésticos como a la fauna silvestre en todo el territorio nacional.
El proyecto proponía el control de estos animales mediante la Ley 19.473 sobre caza, autorizando su captura por parte de cualquier individuo fuera de zonas urbanas y de extensión urbana, siempre y cuando estuvieran a más de 200 metros de cualquier núcleo poblacional o vivienda rural. Los perros capturados serían entregados a la municipalidad o a la autoridad pertinente, con el fin de proteger tanto a las personas como al ganado.
Sin embargo, la iniciativa encontró una resistencia notable dentro del cuerpo legislativo, como lo evidencia el abrumador rechazo durante la votación. Este resultado deja en claro la falta de consenso en torno a la consideración de los perros asilvestrados como una especie exótica invasora y la implementación de medidas para su control.
Los diputados de Ñuble votaron en contra del proyecto, con la excepción de Sara Concha, quien se abstuvo, y Frank Sauerbaum, que estaba pareado con la diputada Marcela Riquelme.